[post_page_title]Nueve hombres con una misión[/post_page_title]
Corría el año 1942, pocos meses después del ataque a Pearl Harbor que hizo que Estados Unidos formalmente ingresara a la Segunda Guerra Mundial. Los estadounidenses estaban conduciendo su primera misión de larga distancia contra los japoneses y el B-17 41-2446 era una de las aeronaves asignadas.
El capitán Fred Eaton contaba con una tripulación formada por ocho hombres que habían aceptado su misión con gran valentía. El B-17 despegaría desde Australia, ejecutaría su misión sobre New Britain, recargaría combustible en Puerto Moresby (ambas en Papúa Nueva Guinea) y regresaría a la base aliada en Australia. Pero, como suele suceder en tiempos oscuros como esos, las cosas no salieron como habían planeado.
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