[post_page_title]Impaciente[/post_page_title]
Kayla intentó distraerse, pero las tres horas parecían siglos. Cada vez que miraba el reloj, parecía que se movía más lento. Estaba cada vez más ansiosa y no veía la hora de que el conductor entregara su regalo.
Ella solo quería oír la voz de su novio y saber que lo había hecho feliz durante un momento estresante de su vida. Cuando el repartidor por fin llegó al apartamento de su novio, Kayla no podía contener su entusiasmo. Sin embargo, un número desconocido empezó a llamar a su teléfono, algo que la tomó por sorpresa.
The greatest NBA dynasties of all time
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